domingo, 28 de septiembre de 2008

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO Año A


LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura Ez 18, 25-28
Del libro del profeta Ezequiel

Así dice Dios:
"Vosotros decís: “No es correcto el modo de actuar del Dios". Escucha pues, casa de Israel: no es correcta mi conducta o más bien ¿no será que la vuestra no es justa?
Si el justo se aleja de la justicia y comete el mal y a causa de éste muere, él muere por el mal que ha cometido.
Y si el malvado se convierte de su maldad que ha cometido y lo que cumple es justo, él vivirá. Ha meditado, se ha alejado de todas las culpas cometidas: él vivirá y no morirá."

Salmo Responsorial Del Salmo 23
Recuérdate, Señor, de tu misericordia.
Haz que conozca, Señor, tus caminos, enséñame tus sendas.
Condúceme en tu fidelidad e instrúyeme, porque eres tú el Dios de mi salvación;
yo espero en ti todo el día.

Recuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor, que es desde siempre.
Los pecados de mi juventud y mis rebeliones, no los recuerdes:
Recuérdate de mí en tu misericordia, por tu bondad, Señor.

Bueno y recto es Dios, les indica a los pecadores la senda justa;
conduce a los pobres según justicia, les enseña a los pobres su sendero.

Segunda Lectura Fil 2, 1-11, Forma breve Fil 2, 1-5,
De la carta de san Paolo apóstol a los Filippesi

Hermanos, si hay algún consuelo en Cristo, si hay algún consuelo, fruto de la caridad, si hay alguna comunión de espíritu, si hay sentimientos de amor y compasión, devolvéis llena mi alegría con un mismo sentir y con la misma caridad, quedando unánimes y concordes.
No hagáis nada por rivalidad o vanagloria pero cada uno de vosotros, con toda humildad, considere a los otros superiores a uno mismo. Cada uno no busque el interés propio, sino el de los otros.
Tened los mismos sentimientos de Cristo Jesús: él, incluso siendo de condición divina, no consideró un privilegio el ser Dios, sino que se vació a sí mismo asumiendo una condición de sirvo, haciéndose similar a los hombres.
Haciéndose como hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte
y una muerte de cruz.
Por esto Dios lo exaltó y le dio el nombre que está por encima de todo nombre, para que en el nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, sobre la tierra y bajo la tierra, y cada lengua proclame:
"¡Jesúcristo es Señor! ", a gloria de Dios Padre.

Evangelio Mt 21, 28-32
Del evangelio según Matteo

Dijo Jesús en aquel tiempo, a los príncipes de los sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos; al primero dijo: Hijo, anda hoy a trabajar en la viña. Y él contestó: Sí, señor; pero no fue. Refiriéndose al segundo, le dijo lo mismo. Y él contestó: No tengo ganas; pero luego, se arrepintió y fue. ¿Quién de los dos ha cumplido la voluntad del padre?”. Dicen: "Él último."
Y Jesús les dijo: "En verdad os digo: Los publicanos y las prostitutas van adelante en el reino de Dios.
Ha venido Juan en la vía de la justicia y no le habéis creído; en cambio los publicanos y las prostitutas le han creído. Vosotros, al revés, incluso habiendo visto estas cosas, no os habéis arrepentido tampoco para creerle."

COMENTARIO DE LA PALABRA DE DIOS

Jesús nos dice: "Un hombre tenía dos hijos; al primero dijo: Hijo, anda hoy a trabajar en la viña. Y él contestó: Sí, señor; pero no fue. Refiriéndose al segundo, le dijo lo mismo. Y él contestó: No tengo ganas; pero luego, se arrepintió y fue. ¿Quién de los dos ha cumplido la voluntad del padre?”. Dicen: "Él último."
Y Jesús les dijo: "En verdad os digo: Los publicanos y las prostitutas van adelante en el reino de Dios.
Ha venido Juan en la vía de la justicia y no le habéis creído; en cambio los publicanos y las prostitutas le han creído. Vosotros, al revés, incluso habiendo visto estas cosas, no os habéis arrepentido tampoco para creerle."
Según esto, "vosotros decís: ¿No es justo el modo de actuar de Dios". No es justa mi conducta o más bien ¿no será que la vuestra no es justa?
Si el justo se aleja de la justicia y comete el mal y a causa de éste muere, él muere por el mal que ha cometido.
Y si el malvado se convierte de su maldad que ha cometido y lo que cumple es justo, él vivirá. Ha meditado, se ha alejado de todas las culpas cometidas: él vivirá y no morirá."
Por esto, nosotros cristianos, tenemos que estar despiertos en actuar frente a lo que Dios nos ofrece por nuestra salvación. Porque Jesús se da a quién lo busca de todo corazón, pero con un corazón sincero y abierto a su llamada.
Pidamos a Dios de conocer sus caminos, que nos enseñe sus senderos:
“Señor, condúceme en tu fidelidad e instrúyeme, porque eres tú el Dios de mi salvación;
recuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor, que es desde siempre.
Los pecados y mis rebeliones, no los recuerdes: recuérdate de mí en tu misericordia, por tu bondad, Señor.
Pero no hagmos nada por rivalidad o vanagloria, pero cada uno de nosotros, con toda humildad, considere a los otros superiores a uno mismo. Cada uno no busque el interés propio, sino el de los otros.
Tengamos los mismos sentimientos de Cristo Jesús: él, incluso siendo de condición divina, no consideró un privilegio el ser Dios, sino que se vació a sí mismo asumiendo una condición de sirvo, haciéndose similar a los hombres.
Haciéndose hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte y una muerte de cruz.
Jesús no nos pide cosas imposibles sino lo que es posible para nuestra salvación y la salvación de los otros. Nos pide de estar listos para hacer su voluntad, más allá de nuestros pecados, porque bueno y piadoso es el Señor y nos espera con los brazos abiertos clavados en la cruz; por esto, nuestros pecados son perdonados, porque nos ama con amor eterno. Él quiere nuestra sinceridad de corazón y nuestra conversión, cumpliendo su voluntad.
Sólo reconociéndonos pecadores y necesitados de Dios podremos dejar que su gracia sea fecunda en nosotros y nos transforme.
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XXVI DOMENICA DEL TEMPO ORDINARIO Anno A

LITURGIA DELLA PAROLA


Prima Lettura Ez 18, 25-28

Dal libro del profeta Ezechiele

Così dice il Signore: «Voi dite: “Non è retto il modo di agire del Signore”. Ascolta dunque, casa d’Israele: Non è retta la mia condotta o piuttosto non è retta la vostra? Se il giusto si allontana dalla giustizia e commette il male e a causa di questo muore, egli muore appunto per il male che ha commesso. E se il malvagio si converte dalla sua malvagità che ha commesso e compie ciò che è retto e giusto, egli fa vivere se stesso. Ha riflettuto, si è allontanato da tutte le colpe commesse: egli certo vivrà e non morirà».


Salmo Responsoriale

Dal Salmo 23

Ricòrdati, Signore, della tua misericordia.

Fammi conoscere, Signore, le tue vie,insegnami i tuoi sentieri.Guidami nella tua fedeltà e istruiscimi,perché sei tu il Dio della mia salvezza;io spero in te tutto il giorno.Ricòrdati, Signore, della tua misericordiae del tuo amore, che è da sempre.I peccati della mia giovinezzae le mie ribellioni, non li ricordare:ricòrdati di me nella tua misericordia,per la tua bontà, Signore.Buono e retto è il Signore,indica ai peccatori la via giusta;guida i poveri secondo giustizia, insegna ai poveri la sua via.


Seconda Lettura

Fil 2, 1-11

Dalla lettera di san Paolo apostolo ai Filippesi

Fratelli, se c’è qualche consolazione in Cristo, se c’è qualche conforto, frutto della carità, se c’è qualche comunione di spirito, se ci sono sentimenti di amore e di compassione, rendete piena la mia gioia con un medesimo sentire e con la stessa carità, rimanendo unanimi e concordi. Non fate nulla per rivalità o vanagloria, ma ciascuno di voi, con tutta umiltà, consideri gli altri superiori a se stesso. Ciascuno non cerchi l’interesse proprio, ma anche quello degli altri.Abbiate in voi gli stessi sentimenti di Cristo Gesù:egli, pur essendo nella condizione di Dio, non ritenne un privilegio l’essere come Dio,ma svuotò se stesso assumendo una condizione di servo, diventando simile agli uomini.Dall’aspetto riconosciuto come uomo, umiliò se stesso facendosi obbediente fino alla mortee a una morte di croce.Per questo Dio lo esaltò e gli donò il nome che è al di sopra di ogni nome, perché nel nome di Gesù ogni ginocchio si pieghi nei cieli, sulla terra e sotto terra, e ogni lingua proclami:«Gesù Cristo è Signore!», a gloria di Dio Padre.


Vangelo Mt 21, 28-32

Dal vangelo secondo Matteo

In quel tempo, disse Gesù ai principi dei sacerdoti e agli anziani del popolo: «Che ve ne pare? Un uomo aveva due figli; rivoltosi al primo disse: Figlio, và oggi a lavorare nella vigna. Ed egli rispose: Sì, signore; ma non andò. Rivoltosi al secondo, gli disse lo stesso. Ed egli rispose: Non ne ho voglia; ma poi, pentitosi, ci andò. Chi dei due ha compiuto la volontà del padre?». Dicono: «L'ultimo». E Gesù disse loro: «In verità vi dico: I pubblicani e le prostitute vi passano avanti nel regno di Dio. E` venuto a voi Giovanni nella via della giustizia e non gli avete creduto; i pubblicani e le prostitute invece gli hanno creduto. Voi, al contrario, pur avendo visto queste cose, non vi siete nemmeno pentiti per credergli».

COMMENTO DELLA PAROLA DI DIO

Gesù ci dice: «Un uomo aveva due figli; rivoltosi al primo disse: Figlio, và oggi a lavorare nella vigna. Ed egli rispose: Sì, signore; ma non andò. Rivoltosi al secondo, gli disse lo stesso. Ed egli rispose: Non ne ho voglia; ma poi, pentitosi, ci andò. Chi dei due ha compiuto la volontà del padre?». Dicono: «L'ultimo». «In verità vi dico: I pubblicani e le prostitute vi passano avanti nel regno di Dio. E` venuto a voi Giovanni nella via della giustizia e non gli avete creduto; i pubblicani e le prostitute invece gli hanno creduto. Voi, al contrario, pur avendo visto queste cose, non vi siete nemmeno pentiti per credergli».
Secondo questo, «voi dite: “Non è retto il modo di agire del Signore”. Non è retta la mia condotta o piuttosto non è retta la vostra? Se il giusto si allontana dalla giustizia e commette il male e a causa di questo muore, egli muore appunto per il male che ha commesso. E se il malvagio si converte dalla sua malvagità che ha commesso e compie ciò che è retto e giusto, egli fa vivere se stesso. Ha riflettuto, si è allontanato da tutte le colpe commesse: egli certo vivrà e non morirà». Per questo, noi cristiani, dobbiamo essere svegli nel agire di fronte a quello che il Signore ci offre per la nostra salvezza. Perche Gesù si dà a chi lo cerca con tutto il cuore, ma con un cuore sincero e aperto alla sua chiamata.
Chiediamo il Signore di conoscere le sue vie, che ci insegni i suoi sentieri.Signore, guidami nella tua fedeltà e istruiscimi, perché sei tu il Dio della mia salvezza; ricòrdati, Signore, della tua misericordia e del tuo amore, che è da sempre.I peccati e le mie ribellioni, non li ricordare: ricòrdati di me nella tua misericordia, per la tua bontà, Signore.
Ma non dobbiamo fare nulla per rivalità o vanagloria, ma ciascuno di noi, con tutta umiltà, dobbiamo considerare gli altri superiori a noi stessi. Non cerchiamo l’interesse proprio, ma quello degli altri.Abbiamo in noi gli stessi sentimenti di Cristo Gesù: egli, pur essendo nella condizione di Dio,non ritenne un privilegio l’essere come Dio, ma svuotò se stesso assumendo una condizione di servo, diventando simile agli uomini.Dall’aspetto riconosciuto come uomo, umiliò se stesso facendosi obbediente fino alla morteed a una morte di croce.Gesù non ci chiede cose impossibili, ma quello che è possibile per la nostra salvezza e la salvezza degli altri. Ci chiede di essere pronti per fare la sua volontà, al di là dei nostri peccati, perche buono e pietoso è il Signore e ci aspetta con le braccia aperte inchiodato nella croce, per quello, nostri peccati sono perdonati, perche ci ama con amore eterno, ma Lui vuole la nostra sincerità di cuore e la nostra conversione facendo la sua volontà.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Exaltación de la Santa Cruz - (Domingo XXIV del Tiempo Ordinario)


Esta fiesta se celebró por primera vez en el año 335 en Jerusalén. En el siglo VII pasa a Occidente, para conmemorar el hallazgo de la cruz en el año 628. En la actualidad, el motivo de la celebración se centra en el misterio de la cruz como lugar de la revelación del amor de Dios, que en la muerte de su Hijo manifiesta la salvación de los hombres. En esta cruz, contemplamos el escándalo de la injusticia, del pecado, de la muerte, que intentan destruir la vida, pero son vencidas por el amor de Dios.
PRIMERA LECTURA
Núm 21, 4-9
Lectura del libro de los Números.
En el camino por el desierto, el pueblo perdió la paciencia y comenzó a hablar contra Dios y contra Moisés: "¿Por qué nos hicieron salir de Egipto para hacernos morir en el desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua, y ya estamos hartos de esta comida miserable!". Entonces el Señor envió contra el pueblo unas serpientes abrasadoras, que mordieron a la gente, y así murieron muchos israelitas. El pueblo acudió a Moisés y le dijo: "Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti. Intercede delante del Señor, para que aleje de nosotros esas serpientes". Moisés intercedió por el pueblo, y el Señor le dijo: "Fabrica una serpiente abrasadora y colócala sobre un mástil. Y todo el que haya sido mordido, al mirarla, quedará sano". Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre un mástil. Y cuando alguien era mordido por una serpiente, miraba hacia la serpiente de bronce y quedaba sano. Palabra de Dios.
SALMOSal 77, 1-2. 34-38
R. No olviden las proezas del Señor.
Pueblo mío, escucha mi enseñanza, presta atención a las palabras de mi boca: yo voy a recitar un poema, a revelar enigmas del pasado. R.
Cuando los hacía morir, lo buscaban y se volvían a él ansiosamente: recordaban que Dios era su roca, y el altísimo, su libertador. R.
Pero lo elogiaban de labios para afuera y mentían con sus lenguas; su corazón no era sincero con él y no eran fieles a su alianza. R.
El Señor, que es compasivo, los perdonaba en lugar de exterminarlos; una y otra vez reprimió su enojo y no dio rienda suelta a su furor. R.
SEGUNDA LECTURA
Flp 2, 6-11
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos.
Jesucristo, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exaltó y le dio el nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: "Jesucristo es el Señor". Palabra de Dios.
EVANGELIO
Jn 3, 13-17
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús dijo: "Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan vida eterna. Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él". Palabra del Señor.
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Qué misterio más grande el de la Cruz. La cruz como signo del nuestro pecado, como lo fueron las serpientes en el desierto, frente al pueblo judío que se quejaba de Yahveh y continuaba a renegar de su Dios, el cual los había hecho salir de la esclavitud de Egipto.
En el camino por el desierto, el pueblo perdió la paciencia y comenzó a hablar contra Dios y contra Moisés. Entonces el Señor envió contra el pueblo unas serpientes que mordieron a la gente, y así murieron muchos israelitas. El pueblo acudió a Moisés y le dijo: "Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti. Intercede delante del Señor, para que aleje de nosotros esas serpientes". Moisés intercedió por el pueblo, y el Señor le dijo: "Fabrica una serpiente y colócala sobre un mástil. Y todo el que haya sido mordido, al mirarla, quedará sano". “El Señor Dios, que es compasivo, los perdonaba en lugar de exterminarlos; una y otra vez reprimió su enojo y no dio rienda suelta a su furor”.Pero “así como Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan vida eterna. Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él”.Y así, Jesucristo, que era de condición divina, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exaltó y le dio el nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: "Jesucristo es el Señor".
Sí, es por Jesús, por su cruz, que hemos sido redimidos, la cruz es signo de dolor, de renuncia y sufrimiento, y expresa nuestro dolor y también nuestros pecados con los cuales Él cargó. Pero también la cruz es signo de victoria, de la victoria de Jesús por nosotros sobre el pecado y sobre la muerte, sobre el demonio y sobre todo mal. Éste es el sentido por el cual celebramos la Fiesta de la Exaltación de la Cruz.
Madre Teresa vivió y experimentó la sed de Jesús por nosotros, y le pidió que se diera totalmente y fundara las Hermanas Misioneras de la Caridad para aliviar la sed de Jesús por nosotros, sobre todo por los más pobres y abandonados de este mundo; para saciar también la sed de tantas personas que no tienen amor, que no sienten ni aman a Dios. Y cuando Madre Teresa se demoraba en llevar a cabo lo que Jesús le pedía, le decía: “Porqué no te entregas totalmente y llevas a cabo lo que te pido, Tú no moriste en la cruz, tú no derramaste tu sangre en la cruz, tu no sufriste el dolor de lo que significa darse totalmente por amor y no ser correspondido por los hombres, tú no sabes lo sediento que estoy del amor de los hombres y mujeres de este mundo…”
El Papa Juan Pablo II en su homilía sobre el inicio de la cuaresma, en el año 1993, hablaba de Jesús que desde la cruz nos dice: “Tengo sed”. No sed de agua, sino sed de ti, de mí y de toda la humanidad.
Jesús nos dice: “Tengo sed de ti, de tu amor, de tu fidelidad junto a mi cruz, ¡sed de ti! No sabes cuánto te amo y cuánto amor he dado por ti en la cruz, si supieras lo que experimenté en mi persona al dar la vida por ti en la cruz, si supieras cuánto te amo y cuánto te espero, si supieras cuánto deseo que vengas a mí, que estés conmigo y sacies mi sed de amor por ti. Si supieras todo esto, dejarías de lado el pecado, el egoísmo y todo lo que te aparta de mí, y te darías totalmente a mi y a tus hermanos por amor. Ama, ama y no te detengas en amar, con amor eterno, como yo te he amado y te amo desde toda la eternidad.
¡Yo te amo! ¿harías todo esto por mí?”

sábado, 6 de septiembre de 2008

XXIII Domingo del Tiempo Ordinario


Ez 33,7-9: Si no hablas al malvado, te pediré cuenta de su sangre.

Sal 94,1-2.6-9: Ojalá escuchéis hoy su voz: "No endurezcáis vuestro corazón".

Rm 13,8-10: Amar es cumplir la ley entera.

Mt 18,15-20: Si te hace caso, has salvado a tu hermano.

Comentario:
Queridos hermanos y hermanas, hoy las lecturas nos hablan de modo especial sobre la corrección fraterna, sobre el corregirnos unos a otros, pues cada uno es “centinela” de su hermano, cada uno es responsable ayudar y corregir los actos de su hermano. Así nos lo da a entender el profeta Ezequiel cuando nos transmite el mensaje de Dios:
“A ti, también, hijo de hombre, te he hecho yo centinela de la casa de Israel. Cuando oigas una palabra de mi boca, les advertirás de mi parte. Si yo digo al malvado: "Malvado, vas a morir sin remedio", y tú no le hablas para advertir al malvado que deje su conducta, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti. Si por el contrario adviertes al malvado que se convierta de su conducta, y él no se convierte, morirá él debido a su culpa, mientras que tú habrás salvado tu vida”. Dios nos ha puesto por centinelas, por custodios unos de otros, de modo de poder crecer juntos en el camino hacia la santidad y la perfección cristiana. Yo soy responsable de mis actos, como lo es cada uno, pero también soy responsable de ayudar a mi hermano a que cambie su mala vida, a que cambie su rumbo y se convierta.
Por eso, San Pablo nos dice que “con nadie tengamos otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Pues todos los preceptos se resumen en este: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo'… La caridad no hace mal al prójimo. La caridad, el amor, es, por tanto, la ley en su plenitud”.
Muchas veces nos sucede que las correcciones que nos hacen no nos caen bien, o también, las correcciones y consejos que damos no son bien aceptados, es lógico, por lo general vemos los defectos de los otros y los nuestros, aunque a veces los conocemos, no nos gusta que nos los hagan ver.
Pero Jesús nos dice algo que nos ayuda a mirar distinto, que si un hermano tiene algo contra mi, que lo hable personalmente, y si no me escucha, que lo hable delante de dos o más testigos y si no ante la comunidad, y si no escucha, allá él con su pecado, pues no se p0uede cambiar el corazón de quien no quiere.
Creo que la clave para que mi hermano me escuche es la caridad –de la cual habla San Pablo-, pues una corrección sin caridad jamás será bien recibida, es más, cierra los corazones y los endurece. Por tanto, para corregir a un hermano es necesario hacerlo con caridad, en el momento oportuno, y con serenidad.
Muchas veces nos terminamos atando a peleas o a rencores que no hacen nada bien, y se nos hace difícil perdonar, por eso tratemos de “desatar aquí en la tierra” todo rencor y discordia, y así “quedará desatado en el cielo”.Y otro modo de ayudarnos mutuamente en este camino de conversión es la oración, rezando los unos por los otros: "Les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."
Hoy en día, en el siglo de las comunicaciones, vivimos más incomunicados que nunca, pues no nos sentamos tranquilos a hablar de nuestras cosas, de nuestras alegrías cotidianas, de nuestros deseos y anhelos, de nuestros temores y dificultades… muchas familias viven -en su interior- como desconocidos, pues la rutina, la computadora, el celular, etc… nos hacen evadirnos unos a otros en vez de comunicarnos cara a cara, dedicándonos un tiempo para conocernos y amarnos de verdad.
Pidamos a Jesús la gracia de saber comunicarnos, de saber corregir y de saber aceptar las correcciones q ue se nos hagan para ir creciendo en este camino de perfección al cual el Padre celestial nos llama.
¡Buen fin de semana!